viernes, 17 de octubre de 2008

Carta a un amor prohibido

"Si ya se que no eres libre,
si ya se que yo no debo.
Retenerte en mi memoria
así es como yo contemplo
mi tormenta de tormento
así es como yo te quiero"
Amaral- Te Necesito


Yo sé que eres mi amor prohibido, mas no puedo alejarme de ti ya que tú me has vuelto a ofrecer el dulce sentimiento del amor que pensé que había olvidado. Me has dado todo de ti con ternura, paciencia y abnegación y lo que es más, con mucho amor. Se que esto no corresponde por el contexto en el que estamos azarosamente incluidos, pero quiero decirte que no dejo de pensar en lo vivido contigo en este pequeño tiempo compartido.
Sabemos que hoy, lo nuestro no puede ser, quizás tampoco lo hubiera sido. No obstante, la conjetura dominada por la caprichosa pasión me hace imaginar que una extensión del actual presente hubiera sido una buena idea. Pero... la prohibición cortó la cuerda. Sin embargo, ambos sabemos que hubo vacilaciones concientes de lo que cada uno quizo pero no pudo hacer.
Solo quiero que te enteres con cada una de estas letras que te quiero, como a nadie, como nunca. Porque me devolviste el fuego de la pasión y fertilizaste en mi el sentimiento ridículo de emoción al verte. Todo eso, pero por instantes, por segundos perdidos que cuestan muy caros y casi no se consiguen. Mi éxtasis, casi siempre ficticio.
No me atrevo a decirte que te amo porque no quiero amarte, no quiero llorar lo que desde el inicio estaba destinado a padecerse...pero Hecho está lo que debía hacerse.
Gracias, seguro, es la palabra que mas te quiero decir (además de las obvias) en este momento. Tu aparición significó, para mi, el viento necesario para eliminar el polvo denotador de lo antaño, reflejo de fijación de sensaciones guardadas. Me refiero al cosquilleo en el estómago, fruto de la espera del deseo y la concreción, las ganas de ver cuanto antes a alguien (vulnerando así barreras que cubrían mi momentánea ansiedad), sentirle los dedos, las manos, el brazo entre mi piel, ni hablar del cariño, la ternura, el placer y el amor.
Me has aceptado como soy y no me has pedido nada a cambio, sólo me has pedido que te quiera con ese amor que descubriste en mí que lo tenia muy escondido en el fondo de mi corazón y que ni yo sabía que lo llevaba en mí.
Ese tesoro lo descubriste tú como un cofre perdido en lo más profundo del mar y que al abrirlo encontraste el más bello diamante y ese fue mi corazón radiante y deseoso de latir por ese amor, que cuando al ser encontrado, lo puliste, lo sacaste de su coraza hasta darle forma dándole así un motivo para latir, vivir y amar.
Tú sabes que ese tesoro pertenece a un lugar triste y solitario, mas mientras puedas cuidarme y hacerme sentir que mi corazón latirá sólo por tí, permaneceré así sea a escondidas, pero recibiendo tu dulce amor y la felicidad que solo tú me sabes brindar y por el cual ahora vivo. Gracias mi amor por encontrarme.
Todo lo anterior pensaba que no lo iba a volver a experimentar en un corto plazo. Estoy seguro que hemos compartido muchas imágenes y percepciones en cada acaramelado momento, que luego dejaron impregnadas impresiones que sirvieron de recuerdos difíciles de desarraigar. Quererlos vivir ahora solo provocará tu pérdida, y tengo miedo perder algo mas que lo que se pierde comúnmente.
Aun así, también te escribo para decirte que en cada día que pasa mi corazón tiende a hacerse a si mismo un sinfín de preguntas capciosas con el propósito de no conseguir respuestas contrarias a lo que desea escuchar, con el fin de disipar un poco las dudas y engañarse por un instante. Yo, he tratado de hablar con él pero me es inútil lograr hacerlo razonar.
¿Cómo convencerlo de su soledad, de que tú no serás nuestra compañía ni quien velará nuestros sueños?
¿Cómo forzarle a abrir los ojos cuando no quiere despertar al amanecer y corre a echarse a dormir cuando anochece solo para evitar pensarte y sentirte en cada latido que de él emerge?
¿Cómo explicarle que ya estás enamorada y que llego tarde a tu encuentro?
¿Cómo crearle conciencia de la importancia que debe tener para nosotros el futuro prometedor que siempre soñamos alcanzar en el cual nunca estuviste incluida y ahora por tu causa está descuidado?
¿Cómo…?
Suelo dejar las historias sin final para no hacer bien ni mal a nadie, dejo que el universo si es que se enteró, decida; pero hoy me niego a lo inevitable. Quiero dejar esperanza, luz, fuerza de algún lado.
Como siempre es el tiempo el que traiciona y el espacio que se equivoco al acomodarnos. Contra eso ¿quién lucha?
Pero el hoy es hoy y el mañana puede ser mañana. Y con toneladas de culpa encima te escribo esta carta, estas palabras y estas letras con el deseo inconciente e incandescente de que en un futuro cercano estemos juntos y re-abramos esta caja en donde deposité lo vivido, como caja de recuerdo que luego se abre para recordar como fue algo en su momento. Confiado estoy en que esto fue un avance y anticipo de lo que en un futuro en demasía vamos a sentir, a vivir y a compartir.
Finalizando ya, una vez mas necesito que me digas ¿Cómo sano estas heridas que me destrozan el alma? ¿Cómo hago para olvidarte? Si no puedo dejar de pensar en ti ni un instante.
Yo sabía que tarde o temprano pasaría, porque el amor que siento esta prohibido. Y todo esto tenía una fecha de vencimiento encima. A la distancia de los hechos me doy cuenta al fin que siempre estuve en una nube prestada y con alas rotas para mi caida.
Siempre te tendré en mi mente y en mi corazón, aunque toda la vida sufra por este amor. Es por eso que ésto no es un Adiós, sino un Hasta luego.
Perdóname por quererte, por extrañarte, por amarte…Y por nunca olvidarte.

No hay comentarios: