Ese de rojo soy yo, quien camina al lado mió es una compañera de Barrios de Pie, Ruth, responsable del área de educación del barrio. Apenas doblé esa esquina que nos iba a llevar al comedor “Los castorcitos” nos saludó contenta. El entusiasmo por lo bien que le había salido su actividad con los chicos del círculo infantil fue su presentación, por lo menos ante mi, que luego se trasladó a todos los que se le fueron acercando.
Mientras caminábamos para el comedor, dando comienzo a las Jornadas Solidarias "A 10 años del 2001" que organizamos entre los compañeros de Sur y Barrios de Pie, me decía “Me preguntaban los chicos que era un proletario, qué era el socialismo y la revolución. Que lindo!”.
Su empuje y motivación de lo que iban a ser los otros encuentros con los chicos era lo que le hacía dibujar esa sonrisa que proyectaba ese horizonte, ese futuro, esas ganas no solo de ver ese encuentro, ese “Tinku”, sino también todas las actividades que de un tiempo a esta parte se decidió en organizar, participar y comprometerse, en su intención de ir hacia delante y mostrando que se puede.
Un orgullo compartir un espacio de militancia, de sueños, de proyectos y de luchas con ella, con mi compañera de Barrio de Pie, con la mujer que todos los días se levanta tempranito entre las dificultades que moldea las cosas en la Villa 20, para decir con su sonrisa, con su empuje, con su entusiasmo, con sus sueños, con su calidez, con su cariño, que se puede. Que hay un mañana que queremos que nos encuentre en una Patria más justa para todos y todas, que sea un lugar donde podamos ver que todos tienen todo y nadie tiene nada, donde podamos ver a la gente participando, a los vecinos organizados para conseguir sus reivindicaciones y caminando con esa sonrisa, con esa voluntad de querer cambiar las injusticias de la vida, de querer vivir mejor, de animarse a vivir, no solo para uno, sino para y por todos.
Ese Sábado en aquella jornada solidaria, comprendí de la mejor manera aquello que más de una vez leimos y escuchamos y más de una vez cantamos. A militar con el corazón, con rebelión y fundamentalmente CON ALEGRIA
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