sábado, 8 de mayo de 2010

XIII edición de la Feria del Libro Independiente y Autogestiva (FLIA)

La Feria, de entrada libre y gratuita, abrió sus puertas por 13ª vez consecutiva en los dos primeros días de mayo, contando con más de cien puestos de escritores, revistas, publicaciones alternativas y editoriales independientes. Contó con una muestra permanente de artes visuales, donde se exhibieron pinturas, historietas y fotos, también tocaron bandas en vivo. Esta edición se hizo, como el año pasado, nuevamente en el estacionamiento recuperado de la Facultad de Sociales de la UBA en Marcelo T de Alvear y Uriburu. Charlas se llevaron a cabo, con temas dispares como la llegada del bicentenario y la dignidad del trabajo, en conmemoración al 1 de mayo, día internacional de los trabajadores. Uno de los intelectuales de renombre que se hizo presente, en la tarde domingo 2 de mayo, fue el reconocido escritor y periodista Osvaldo Bayer, quien habló sobre el bicentenario y las luchas obreras.

La FLIA, que lleva más de diez años realizándose y ya es un clásico entre los jóvenes de la bohemia porteña, intenta exponer y promover a la cultura alternativa, haciendo foco sobre la literatura, pero sin dejar afuera a otras artes como la música, la pintura o el cine. Los artistas, aunque jóvenes en su mayoría pero de distintas edades, se hicieron presentes para manifestar y mostrar sus trabajos y producciones. Otra de las características es que es una contra-feria, un exponente contemporáneo de la contracultura, que se opone a los cánones y a la idiosincrasia que caracterizan a la de la Ciudad de Buenos Aires (entre el 22 de abril y el 10 de mayo) La FLIA le abre una puerta, entre música, debates y arte de todo tipo, a todos aquellos que quieren mostrar sus publicaciones.

Ese no se que

-Dónde estás? ¿Qué haces en la rural? - pregunta un joven hablando por celular- No, che, no, en la Feria del Libro Independiente te dije… no… en Sociales… tomate el 12 mejor...
Seguro esa charla habrá aparecido en algún momento en ese fin de semana. Este evento, sin la masividad de la Feria del Libro en La Rural, contiene ese plus que la hace distinta. Por ejemplo quienes fueron a la “otra” Feria son muchos a los que les pareció aburrido y los libros caros. Eso en la FLIA no pasa, bueno sí, hay algún libro caro (los pocos)… pero aburrirse, No. Escenario, charlas, proyecciones, visuales, comidas compartidas, arte, algunas bebidas, una mesa de ping pong solidaria y conversaciones con personas que nunca antes había visto y resultan extrañamente familiares, no dejan lugar ni al bostezo. Se respira familiaridad.

El estacionamiento ahora, por unas horas, está todo recuperado, no solo el perímetro del comedor, y no parece tan grande como a la mañana. Persiste el problema desde el 2008 cuando se abrió una causa que imputa a todos los estudiantes de esa facultad por usurpación. A principios de este año, el rector de la Universidad, Rubén Hallu, como querellante se puso al frente de la causa en la cual el imputado pasó a ser el que en ese momento era el Presidente del Centro de Estudiantes, Germán Feldman. El reclamo en los afiches y volantes pegados alrededor del lugar lo recuerdan. Se respira empuje. Me voy cerca de los canteros que delimitan el comedor y me siento un rato, pido fuego y resulta que el convidante es escritor de José C. Paz: - Me vine con la mesa y la mochila en el tren y después colectivo. Y el plan es volver de la misma manera. Se respira esfuerzo. Ese entusiasmo, esfuerzo, empuje, familiaridad, independencia y buena oferta, son los ingredientes de un rico sabor distinto.

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