miércoles, 10 de septiembre de 2008

Estos toman y están lúcidos

“Sin diálogo, sigue la toma”, “Alumnos tomaron el colegio como protesta por los problemas edilicios”. Estas palabras fueron muy leídas y escuchadas en los últimos tiempos. Las nuevas formas de protesta pueden ser analizadas como un fenómeno social.
A lo largo de la historia, hubo manifestaciones que tuvieron una gran trascendencia, dejando muchas veces recordatorios que alcanzaron un valor mundial. Ahora bien, ¿Qué es un fenómeno social? Es la actitud consciente del hombre ante los fenómenos de la vida y su propia condición en la sociedad, iniciándose espontánea y conscientemente contra los factores que lo limiten, lo opriman y lo exploten, de manera tal que lo impulse de manera inevitable a un cambio social.
Se puede decir que en nuestro país, el 2001 fue un año trascendental en este sentido. En ese momento se produjo una crisis que desembocó en la renuncia al poder por parte del presidente Fernando De la Rua. En diciembre miles de personas salieron a la calle a protestar contra la política económica del Gobierno que había establecido un límite a la extracción en efectivo del sueldo con el objeto de “bancarizar” la economía y mantener recursos dentro del sistema financiero. Esto corralito se hizo para contrarrestar la fuga de capitales que se produjo cuando los grandes inversionistas comenzaron a retirar sus depósitos monetarios de los bancos. Muchas protestas se llevaban a cabo golpeando cacerolas, por lo que se las denominó Cacerolazos, una modalidad de protesta que imperaría durante los próximos meses.
Una de las formas que los trabajadores adoptaron para cambiar el rumbo de la situación, fueron las ocupaciones de los edificios en donde ellos trrabajaban. Por ejemplo las de fábricas como Brukman, Grisinopolis o el hotel Bauen que se hicieron en los primeros años del 2000. Si bien no tuvieron el resultado esperado a corto plazo, lograron movilizar los recursos que tenían a mano para ir sumando mas armas a su disposición y dar definitivamente con el cambio anhelado.
Seguramente ese sea el origen de esta forma de protesta en las que los estudiantes se basaron para mostrar su disconformidad. Encontraron en las tomas de fábricas una alternativa que servía para cumplir los objetivos, viendo sus problemas solucionados. Impulsados por las ganas de cambiar su situación y viendo que las tomas del establecimiento daban resultados, no vieron mejor opción que suspender la actividad y mostrar su reclamo.
Lo que podemos encontrar es una mayor cantidad de posibilidades a la hora de tomar esa decisión, el porqué tomarla. Las protestas de los trabajadores tenían un carácter meramente económico: Sueldos bajos, extensas jornadas laborales maltratos, etc. En cambio en los colegios no solo el núcleo de la protesta se basa en lo económico, sino también en lo social y lo político.
El Mariano Acosta, el Carlos Pellegrini y el Nacional de Buenos Aires fueron colegios en donde esta modalidad de lucha fue usada reiteradas veces. En el caso del Mariano Acosta, el año pasado fue tomado para demostrar el descontento ante lo realizado para ampliar el edificio. Las construcciones no demostraban una mejoría. Un ejemplo fue un techo que se desplomó totalmente en un aula. Por suerte no llegó a ser un accidente fatal porque fue un día en el que los chicos no tuvieron clases. En estos días continuaron estos altercados de días con y sin clase. El motivo esta vez es la reducción de becas entregadas por parte del gobierno a los estudiantes que las necesitan para facilitar sus estudios.
Con respecto a los casos del Carlos Pellegrini y el Nacional de Buenos Aires, las últimas tomas estuvieron dedicadas al descontento con las autoridades. Tanto en el Pellegrini como en el Buenos Aires hace un año se eligieron nuevos rectores pero de una manera poco democrática. La elección a dedo y algunas desprolijidades institucionales hicieron que se levantasen los estudiantes eligiendo para eso esta medida extrema. Los últimos reclamos estuvieron relacionados con que el Consejo Superior de la Universidad cumpla el acta compromiso que firmó tras la toma del año pasado, creando Consejos Directivos para los colegios preuniversitarios (CNBA y Pellegrini) en vez de prorrogar el tratamiento del tema; y que se tomen mejores medidas en cuanto al estado edilicio.
Producto de la pérdida de clases de los colegios tomados, el gobierno baraja dos soluciones para recuperar los días en donde no se dictaron clases. Una alternativa es habilitar el día sábado como día lectivo, y la otra, extender el calendario escolar hasta mediados de diciembre, ocupando así las vacaciones de los estudiantes y las de los profesores y personal no docente.


Un ejemplo internacional y uno nacional: El incendio de Cotton.y Brukman

A lo largo de la historia hubo una gran cantidad de tomas, ocupaciones de edificios en donde los trabajadores quisieron imponer sus justos reclamos. Un ejemplo fue la que se llevo a cabo el 8 de marzo de 1908 en donde murieron calcinadas 146 mujeres trabajadoras de la fábrica textil Cotton de Nueva York en un incendio provocado por la negativa abandonar el encierro en el que protestaban por los bajos salarios y las infames condiciones de trabajo que padecían.
También se reconoce como antecedente a las manifestaciones protagonizadas por obreras textiles el 8 de marzo de 1957, también en Nueva York. Participaron más de 20.000 obreros, en su inmensa mayoría mujeres. Durante las 13 semanas de huelga padecieron hambre, despidos, más de 600 detenciones. Pero al final consiguieron lo que pedían. El 8 de marzo de 1909 se convocó una manifestación exigiendo, de nuevo, mejoras de condiciones para las mujeres y la abolición de la explotación infantil así como el derecho al voto de las mujeres.
En Argentina, en 1998 los empleados de una fábrica textil llamada Brukman sufrieron una rebaja en los sueldos. Con el correr del tiempo estos eran cada vez menores, los $100 se transformaron ya en el 2001 en $2 por 9 horas. diarias de trabajo 5 días a la semana. El 18 de Diciembre de 2001 a las 8 de la mañana, en la reunión que tuvieron los trabajadores con los directivos, éstos últimos les dijeron que se les iba a pagar lo que le debían, pero no volvieron.
Luego de eso se pusieron a trabajar por su cuenta logrando reactivar la fábrica. Así trabajaron durante un año y cuatro meses. Pero comenzaron los desalojos, fueron 3, en los cuales se reprimió violentamente.
El tercer desalojo fue durante la Semana Santa del 2003, el 18 y 21 de abril. Esa vez, unos 200 policías impidieron que vuelvan a nuestros puestos de trabajo. Desalojados, instalaron una carpa en la esquina. Permanecieron en esa situación durante 8 meses y 11 días. En septiembre de 2003 se formó una cooperativa y en octubre de 2003 la legislatura aprobó la expropiación de la empresa. Brukman pasó a ser, oficialmente, de los trabajadores. Lo que faltaba, para despejar el camino, era la declaración de quiebra de la empresa, que se dio oficialmente mas adelante.
El fin de esta lucha termino el 29 de diciembre de 2003, día en el que volvieron a entrar a la fábrica con el total amparo de la ley.

No hay comentarios: