* Cuando?
- Esa noche
* ¿Y?
- Miré el pasto ayudado por la luz de la luna. Caí en él cuando un breve pinchazo, producido por alguna ramita, despertó algun ruido interno. Me senté, tomé mis rodillas con mis manos y miré a los costados. No había nadie más que árboles, grillos y luciérnagas. Aunque en verdad siempre estuivieron a mi lado, o por lo menos siempre las sentí desde que comenzó todo esto.
El frío era mi único abrigo, como siempre. En mis pies, un suelo que no deseaba pisar y en mi cabeza, sueños que intentaban volar y enjuagarse con las estrellas que, al voltaer mi cabeza dejandome caer en la hierba, miré.
Como dije, árboles, grillos y luciérnagas. Frio. ¿Acaso era diferente? Solo, esperando un cambio. Que en calor se transforme para estar en mi sintonía, que los árboles se muevan y se acerquen a mi sin que yo tenga que ir a ellos, que los grillos se dejen de escuchar y que las luciérnagas me alumbren, sólo a mi. Sólo espero solo.
Mientras, las estrellas juegan, caen, se levantan, coquetean e histeriquean. Se juntan. Forman un dibujo. Un dibujo. Si ellas pueden.. ¿podré formar alguna vez un dibujo así? Pensar que hasta ahora mis pinturas que dibujé, y hasta pinté, no las pude ver. No sé. Solo espero sólo que sí...pronto.
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